Es importante limpiar de vez en cuando a fondo nuestra shisha para eliminar los rastros de carbonilla de la manguera y los olores que en un general provoca el uso de la shisha para evitar la mezcla de sabores de los tabacos que usamos. Cada parte de nuestra shisha (manguera, tubo o chimenea y cazoleta) necesita una atención distinta.
Manguera:
La parte más importante para mí, yo la suelo lavar de vez en cuando o a menudo según el tabaco que use los sabores café, regaliz, menta, etc... dejan sabor impregnado en la manguera así que hay que eliminarlo.
Si nuestra manguera es
lavable, la mejor manera es usar zumo de limón un desinfectará nuestra manguera y eliminara los olores de esta, es importante usar productos no abrasivos ni artificiales para la limpieza de nuestra shisha para evitar una posible intoxicación. Ponemos el zumo de limón rebajado con un poco de agua por la manguera tapamos los dos agujeros de esta y movemos enérgicamente y ya nos queda soplar con fuerza y poner a secar la manguera.
Si
no es lavable, lo único que nos queda es esperar a que se oxide por dentro del todo y comprar otra.
El tubo o chimenea:
Si
no es de acero inoxidable sino de metal y queremos que nos dure nuestra chimenea no la metáis en agua ya que se oxidara y os quedareis sin tubo en poco tiempo, lo mejor es hacer
la limpieza en seco con un
cepillo especial para la shisha.
En el caso de que nuestra shisha sea de latón o cobre, quedará reluciente si se utiliza el siguiente truco casero: se debe calentar una taza de vinagre y 1/2 tacita de sal en un cazo durante unos minutos hasta que la sal se haya disuelto por completo. Luego se retira el cazo del fuego, se impregna un trapo de algodón en esta mezcla y se frota el objeto de cobre o latón. Se deja secar unos minutos y se le saca brillo.
Si se trata de objetos antiguos de
cobre o de
latón los cuales acaban en ocasiones se les forma una capa
verde-gris, ésta se le puede eliminar mezclando
1/2 taza de kerosín y
1/2 taza de bicarbonato, en un recipiente. Luego se impregna un trapo de
algodón en esta solución, se frota el objeto de cobre o latón y se deja secar unos minutos. Se
aclara con abundante
agua y se saca brillo con un trapo de
algodón.
En cambio, si nuestra shisha es de
acero inoxidable, quedará perfectamente limpia frotándola con una pasta a base de
aceite de mesa y hollín (o ceniza del carbón). Frota vigorosamente y a continuación pule con un
trapo de lana o
franela. El agua de la cocción de las patatas devuelve el brillo a los cacharros de acero inoxidable, siempre que aquéllas estén enteras, con piel. También puedes añadir
vinagre a tu
detergente habitual, enjuagando con una esponja y secando con una bayeta. Otro método es utilizar una mezcla de
arena finísima (como harina) y
jabón natural (tipo "Lagarto"), para frotar las manchas.
La cazoleta:
Limpiarla después de cada uso, es la única pieza que suelo usar agua jabonosa y de momento no he tenido problemas de sabor después de fumar. Podéis usar también limón o solo abundante agua.
Para quitar los restos de tabaco
quemado que se queda pegado a la cazoleta, frotar bien con un poco de malla de
lana metálica y después enjaguar con agua.