
En esta entrada, compartiré con vosotros un truco propio que tengo para cuando me encuentro ante esta situación que sirve tanto para carbón de autoencendido, como para carbón natural.
Este truco, consiste simplemente, en coger el carbón, meterlo en un frasco de cristal y rápidamente cerrarlo. Es importante que el frasco tenga cierre hermético, porque por una parte, evitará que entre oxígeno dentro del frasco y por tanto que el carbón siga encendido y consumiéndose y por otra, nos será más fácil a la hora de abrirlo y coger el carbón, porque si la tapa es de rosca, el carbón, al consumir todo el oxígeno en el interior del frasco, hará el vacío dentro de él y será muy díficil volver a abrirlo.
Una vez que metimos el carbón, tenemos que esperar unos 10 minutos más o menos y cuando el frasco haya regresado a su temperatura normal, querrá decir que el carbón ya se apagó por completo y lo podemos sacar del frasco y volver a reutilizar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario